Si tuviera que decirte algo de interés te diría...
No esperes a terminar el día para dar gracias por algo chulo, bonito que te haya pasado, y ¡hazlo!
No esperes a terminar el día para aportar al bueno de ti mismo a quienes te rodean, ¡esfuérzate!
No esperes al final del día para concederte un tiempo para pensar, reflexionar sobre como te va, y ¡cuídate!
No esperes al final del día para decir a alguien que realmente te importa, ¡te quiero!, y ¡experiméntalo!
No esperes al final del día para aprender de un error, y crece.
No esperes al final del día para acompañar a quien lo necesite, y ¡aprende a estar cerca!
No esperes al final del día para pedir perdón a quien hayas hecho daño, y saborearás la paz de quien asume sus actos.
No esperes al final del día...
Como ves son muchas cosas, y corto el tiempo. Aprovéchalo y no dejes todo para el final, pues luego no hay tiempo para lo realmente importante, es cuestión de prioridades. Hoy terminaba el día recordando que somos cada uno quienes marcamos la diferencia. Gracias.
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