jueves, 1 de agosto de 2013

RECONOCERSE VULNERABLES, ¡UN CHOLLAZO!

¡Cuántos esfuerzos inútiles!, en aparentar, disimular, maquillar... Todo para la triste tarea de ocultar lo que realmente somos, vulnerables. Nuestra limitación nos acompaña, forma parte de nosotros mismos, da igual como, para algunos torpeza, para otros impulsividad,... en todos los casos nos conducen a situaciones incómodas, e incluso comprometidas. Ayer le susurraba a una niña, que lloraba porque le salía mal la tarea, "no te preocupes de los errores aprendemos..."
Empiezo a ver como una gracia (... y como un acto de madurez) el reconocernos vulnerables con un poco más de soltura y normalidad. Reconocer errores, pedir perdón, rectificar, reconocer esto no sé o no puedo, pedir ayuda, compartir sentimientos de frustración, tristeza, rabia,... Sin la necesidad de imponernos esos modelos de perfección y corrección tan artificiales como dañinos.
Reconocernos vulnerables nos ayuda:
1. A recordarnos que somos seres necesitados del otro, que nos construimos en relación con, y que la complementariedad es una alternativa muy válida a ciertas limitaciones.
2. Vernos vulnerables, conocer nuestros límites y puntos débiles, nos capacita a acompañar a otros, y empatizar con más facilidad con quienes se tienen que enfrentar con su vulnerabilidad por primera vez.
3. Nos abre la puerta del perdón. Conscientes de nuestros errores y sus consecuencias, sabernos vulnerables nos impulsa a pedir disculpas, y a descubrir en el perdón recibido esa gratuidad que nos habla de un Dios todo misericordia, siempre dispuesto al abrazo.
4. Reconocernos vulnerables, nos anima a una comunicación más franca  y transparente de nosotros mismos, dándonos a conocer con mayor profundidad frente a quienes nos rodean. Esto elimina todo posible estrés ocasionado por mentir, disimular o tener que aparentar los que sabemos que no se ajusta a verdad.
5. Reconocernos vulnerables, nos acerca a los pequeños, a los que sufren, a los olvidados, a quienes no importan, en definitiva, a los preferidos de Jesús, ¡eso es un puntazo!, y toda una experiencia que sin duda llena de alegría, no más que experimentarlo.
Podría seguir engordando la lista, pero no es plan, no quiero aturullar... Simplemente quería recordarme a mi mismo y a quien le pueda interesar el tema, que esto de reconocerse vulnerables, nos hace mejor persona y nos acerca precipitadamente a Dios... ¡Todo ventajas! Gracias 

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