jueves, 29 de agosto de 2013

REINICIANDO "EL SISTEMA"

Estos días finalizan para muchos de nosotros nuestros periodos vacacionales, llenos de cambios de ritmos, lugares, actividades,... En el mejor de los casos hemos logrado romper rutinas, distanciarnos de nuestras preocupaciones, disfrutar con familiares y amigos, en definitiva lo que entendemos la mayoría por "he desconectado con todo"...
Y cuando se va acercando el final, parece como que nos entre un bajón y un desánimo de volver a la realidad (¡como si lo vivido los días anteriores no formaran parte de esa realidad!), la pereza parece que se adueña de uno... 
¿A caso es necesario reiniciar nuestro sistema?¿Hemos desconectado todos nuestro enchufes o desmontado todo nuestro equipo?¿Qué necesitamos para superar esta pequeña "crisis posvacacional"?
1. Retoma el sentido de los días vividos. Recapitular los días de descanso, hacer memoria de quienes los han compartido con nosotros y el sentido que han tenido, los encuentros, las anécdotas, las conversaciones y paseos, los juegos y buenos ratos, nos ayuda a caer en la cuenta de todo lo que nos queda como recuerdo positivo, y que forma parte de nuestra realidad, siempre en evolución.
2.¡Enchúfate a lo cotidiano! Vuelve a lo cotidiano desde el agradecimiento de todo lo vivido, queriendo volcar en las tareas diarias todo lo positivo que han tenido los días de descanso. Deseando aportar una actitud optimista y agradecida a las tareas de cada día.
3. Despierta el sentido de gratuidad y apertura. Que nos permita acoger con serenidad lo cotidiano y disponernos a ofrecer lo mejor de cada uno para llevar adelante nuestras tareas. Esto es posible para quienes se saben queridos y dispuestos a aportar, a devolver parte de ese bien que recibimos muchas veces de forma inesperada. Una gratuidad que se sustenta en esa ternura de Dios que quiere lo mejor para cada uno de nosotros. 
¿Cómo no desear y buscar ese bien para todos?, en especial para quienes no tienen tantas oportunidades como yo. Noble objetivo, seguro que compartido por muchos, y que puede orientar y dar sentido a nuestro quehacer de cada día. 
Así que, ¡manos a la obra!, y mucho ánimo en vuestra incorporación a lo cotidiano. Gracias.

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