domingo, 15 de septiembre de 2013

¿QUIENES SOMOS LOS PERDIDOS?

No hay cosa peor que un ciego guíe a otro ciego,... desorientados, olvidados, ninguneados, encerrados en sí mismos, absorbidos o atrapados,... Me parece atrevido hablar de "los perdidos", como si fueran "los otros". Hay muchos tipos de "perdidos", los hay más conscientes de su situación, y quienes caminan por la vida sin rumbo fijo, sin saber que quieren de sus huesos, viviendo el momento sin más, ¡muy perdidos!...
Por si esto fuera poco, también habrá que reconocer que en ocasiones, hacemos o dejamos de hacer cosas, que provocan que otros se pierdan, se desorienten o sean olvidados...
Solo encuentra el que quiere... ¡Así es!, o bien el que quiere encontrar realmente lo perdido, destinando tiempo, esfuerzos y creatividad en ello, o afinando más,  quien ama realmente lo perdido. Esta es para mí la gran lección de Jesús de Nazaret a la que estamos llamados, su amor, su cercanía y acogida hacia quienes estaban perdidos,desorientados, olvidados,  y ninguneados por la sociedad de su tiempo. 
Hoy son muchos, quienes se pueden sumar a este grupo, muchos quienes necesitan un estilo distinto, nuevos espacios de relación, y experimentar lo gratuito e incondicional, como la mejor alivio para afrontar sus vidas con esperanza.
Comparto con vosotros tres claves desde la que podemos humanizar más, tres actitudes que nos acerquen a quienes antes colocábamos lejos, pues no queríamos saber nada de ellos.
1. Una actitud buscadora, esa inquietud por ser honestos con nosotros mismos, e identificar a quienes metemos en nuestro círculo, y a quienes sacamos de él o no dejamos entrar. Solo quien quiere encontrar lo consigue.
2. La apertura, que nos haga romper prejuicios, superar nuestras etiquetas y reiniciar relaciones más humanas, cargadas de respeto y estima, que nos permitan conocer a la persona tal y como es, amado profundamente por Dios. 
3. La acogida, haciéndoles partícipes de mi vida y cultivando esos gestos, que les ayuden a descubrir que forman parte y son tenidos en cuenta: el diálogo, la escucha atenta, el perdón ofrecido o pedido, el abrazo, una mirada atenta, ...
¿Quienes somos los perdidos?... Una invitación a hacernos amigos de quienes más nos necesitan, de aprender a tejer lazos más humanos e ir más allá de nuestras pobres seguridades. Feliz semana y gracias.

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