domingo, 3 de noviembre de 2013

¿PUEDO CAMBIAR?

Hay encuentros que generan en nosotros el deseo de más, de algo distinto, despertando en nosotros la necesidad del cambio y dejar atrás tanto lastre y mediocridad. Son esos encuentros, donde en vez de ser tratados por lo que hacemos, somos acogidos sin más preguntas que las necesarias, ¿qué deseas?,¿qué buscas?, ¿qué puedo hacer por ti?,...
Hay quienes, como Jesús de Nazaret, saben hacerse los encontradizos y están dispuestos a compartir su tiempo y la mesa contigo, sin juzgarte, sin etiquetarte, ... Son esas personas capaces de ver lo bueno que hay en ti, todo ese potencial de bondad que anida en nuestro interior, y que solo necesita de un pequeño empujón para dejarlo salir. Ese pequeño gesto de perdón, de escucha atenta, del abrazo a tiempo, de paseo acompañado, o de esa mirada cómplice, que me recuerda que nunca estamos solos.
¿Puedo cambiar?, ¡como no!, solo es necesario ponernos a tiro y dejarnos acompañar. Confiados en un amor así, nos sentimos capaces de dar una respuesta tan generosa como atrevida, que impulse los esfuerzos necesarios para hacer realidad esos cambios que operan en nuestro interior más profundo.
Dejémonos sorprender y busquemos esos encuentros, que despierten nuestros corazones anestesiados por nuestra rutina. Y descubramos que el cambio está al alcance de nuestra mano. ¡Feliz semana!


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