miércoles, 26 de marzo de 2014

ABRIENDO LOS CERROJOS...

Que esconden nuestros miedos, que amenazan nuestros sueños. Esos cerrojos que aprisionan el perdón, como la forma más noble de amor, o que ocultan la paz, que nos llena de serenidad y realismo, y nos permite la acogida sin escándalo alguno.
Es tiempo de abrir los cerrojos, no tardes, ¡yo estoy en ello!, siempre es tiempo de aprender a perdonar sin mirar a atrás, y de amar, aunque tantas veces duela y uno no quiera. Es tiempo de abrir cerrojos, pues no hay nada que guardar, que no se pueda compartir, ni nada que ocultar, que no se pueda saber... Es así, abriendo cerrojos, como nos atrevemos a crear nuevos espacios, generar encuentros inesperados, tejiendo lazos con esa confianza ingenua, de quien se sabe ya amado.
Abriendo cerrojos, para dar paso, airear heridas, ventilar odios y sacudirse envidias,... Y así, frágil, herido, perdido o hallado, descubrirás, al abrir la puerta, que Él siempre estuvo allí, paciente amor.
Es tiempo, no lo dudéis, de abrir cerrojos, con unas disculpas, aunque sean a destiempo, una mirada oportuna, o una sonrisa forzada, que no recuerda que el amor nos aprieta por dentro. Abriendo cerrojos,... ¡Gracias!

No hay comentarios:

Publicar un comentario