No hablamos de convencer, ni de insistir. No sirve adoptar ideas ni ideologías, ni siquiera cumplir normas. No consisten en asustar, y menos amenazar,... Se trata, más bien, de otra manera de hacer y de estar, recuperando esos gestos y acciones que hagan posible un estilo más humanizador, que haga presente y nos recuerde a un tal Jesús de Nazaret.
Podemos de otra manera recuperar la pasión por un proyecto, el reino, y una persona, Jesús de Nazaret, que hizo posible y creíble una manera distinta de estar y ver el mundo en el que estamos.
Podemos de otra manera despertar el deseo de adhesión a ese proyecto humanizador centrado en la dignidad de la persona, sea quien sea.
Podemos de otra manera:
1. Apostando por un estilo cercano de relaciones, que nos permite conocer de primera mano las necesidades de quienes caminan junto a nosotros. Unas relaciones donde experimentemos el apoyo y la acogida, que nos permita devolver una mirada más amable al mundo.
2. Despertando el deseo de aportar todo lo bueno que llevamos dentro. Sin pedir acreditaciones, ni poner condiciones, tampoco nada a cambio. Sencillamente hacer posible que puede haber ese intercambio positivo de cualidades, de gestos y detalles, que hablen de ese Amor que llevamos dentro.
3. Ofreciendo un proyecto con sentido. Ese horizonte compartido que nos permite caminar con nuestras dudas, sortear obstáculos, superar miedos y aprender a amar a nosotros mismos, a los nuestros, y a los ajenos, que por muy ajenos que nos parezcan, los podremos descubrir, un día, como hermanos.
Podemos de otra manera, sin dar el cante, sin buscar imagen, pues no queremos adeptos, ni socios, solo queremos ser hermanos... Otra manera de dar vida ese Proyecto que un día soñó Dios para el ser humano. Feliz semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario