domingo, 24 de agosto de 2014

¿DE OÍDAS O A TIENTAS?

Hay quienes oyéndoles, parecen que saben de todo, siempre tiene una palabra que lo explica todo... Dicen lo primero que les viene a la cabeza, sin profundizar mucho sobre el tema en cuestión. Hay quienes no se atreven  a decir palabra, y siempre esperan a que sea otros los que suelten prenda, no vaya ser que meta la pata, sin arriesgar. De una u otra forma, parece que la vida no se vive con intensidad. 
Es tiempo de poner en valor la experiencias que vivimos, los encuentros que tenemos, y poner nombre y dar sentido a todo lo que vivimos. No hay que ser perfectos, sino sencillamente estar atentos, ser consciente de aquello que nos regala en cada momento.
Hoy quizá nos convenga recordarnos, que merece la pena confiar, como Pedro, en la debilidad, y lanzarse con la pequeñas certezas que uno lleva dentro.
Pues ni de oídas  ni a tientas, me dispongo a dejar esa tierra de Valladolid que tan bien me ha cuidado, a tantas personas que durante estos siete años me han acompañado, y con las que tanto he compartido. Ahí se me regala ese buen Dios: alumnos, educadores, monitores, amigos, vecinos del barrio,... No se trata de cerrar una etapa y no mirar atrás, sino saber recoger todos lo regalado y mirar hacia delante, agradecido y dispuesto a seguir aprendiendo. Gracias. 

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