domingo, 14 de diciembre de 2014

¡A LA INTEMPERIE!

Sin ventanas de rotura de puente térmico, sin dobles acristalamientos, sin calefacción central, así, a la intemperie, al aire que más arrecia, se nos presenta.
Sostenido por un amor inexplicable, acosados por los prejuicios por un hijo inesperado, pero deseado. Entrelazados por la confianza que los llevó siempre más allá, María y José de Nazaret. 
Aprendiendo a salir de seguridades inciertas y superando miedos, se pusieron en marcha sin billetes, ni reservas, sin garantía alguna, acogiendo la vida. Fueron testigos de esa Vida por las esquinas menos transitadas, a la intemperie.
Amenazados por el desinterés, la contradicción y las palabras bonitas, solo les quedaba compartir la Vida con los más desheredados y olvidados, con los ninguneados del planeta. Ofreciendo el calor de un Amor hecho carne, en gestos y palabras cargadas de humanidad, que alegran la vida, alivian tristezas y regalan luz en las sombras...
Hoy animados a ser testigos de esa luz:
  •      Aliviando las cargas, de quien no puede más.
  •      Reduciendo distancias, que nos parecían insalvables.
  •      Abriendo las puertas, que acojan al cansado.
  •      Compartiendo tu mesa, y así descubrirnos hermanos.

Y así, compartimos la intemperie, de quien plantó su tienda entre nosotros. Ánimo y gracias.

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