lunes, 11 de mayo de 2015

¡MANTENERSE EN PIE!

En ocasiones, "mantenerse en pie", requiere de un equilibrio casi imposible. Requiere de ese "aliento" especial que nos hace fuertes en la debilidad. 
Mantenerse en pie frente a las medias verdades y las ambigüedades, que ocultan el fondo de las cosas, las intenciones verdaderas, y que buscan confundir al personal.
Mantenerse en pie, frente a quienes no escuchan, ¡solo oyen!, cargando sus palabras con prejuicios, que solo restan oportunidades al entendimiento.
Mantenerse en pie, frente a quienes ejercen la violencia, verbal, gestual y física. Pues se creen poseedores de la verdad. Se olvidan que la verdad, es esa amiga con más de un rostro, que ofrece diferentes perspectivas. Por eso la verdad, necesita de tacto, cercanía y un poco de empatía.
Mantenerse en pie, frente a quienes hacen sufrir a sus semejantes, bajo el pretexto religioso, político, orientación sexual, o cualquier otra absurda excusa... olvidando que nuestro buen Padre Dios, tiene rostro humano. Y en Jesús, nos recuerda que quien no ama al hermano quien ve, no puede decir que ama a Dios a quien no ve (1ªJn 4,20-21).
Así pues, en tiempos recios, ¡mantengámonos en pie!, confiemos en el amor que se nos regala cada día, y dejémonos conducir por ese mismo amor, humanizando nuestros gestos, cuidando nuestras relaciones, y no dejarnos atrapar por los agujeros negros del rencor y la crítica. Tiempo de Pascua, tiempo de renovar nuestro compromiso por la vida, y lo bueno que hay en cada ser humano. ¡Feliz semana!

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