martes, 14 de septiembre de 2010

LA REVOLUCIÓN DE LA TOALLA...

"Gesto, hermano, gesto, que es amor encarnado... " empezaba una pequeña oración. Esta mañana nos hemos recordado que un sencillo gesto, puede llevar un gran cambio. Los gestos en ocasiones nos hacen sentirnos incómodos, quizá porque nos implican, nos hacen tomar partido de una u otra forma. Pero participar en un gesto con sentido pone en juego distintas dimensiones de nosotros mismos, que hacen que nuestra comunicación sea más profunda: un abrazo, un beso, ... o más complejos, con más carga, como lavar los pies.
Lavar los pies al hermano/a...
Me recuerda que en la vida es necesario agacharse, para aprender a mirar desde abajo, que es el angulo preferido de Dios.
Me recuerda que mi vida está llamada a servir, aunque me cueste, aunque me resista, aunque no me lo crea del todo, Él fue por delante en esto del servicio nos enseñó el camino....
Me recuerda que a través del servicio, me descubro de otra forma, más completa, más plena,...
Me recuerda que Él me los lavó primero, que acoge toda mi miseria, que a penas llego a ver.  

Recordarme que una vida que no sirve, no sirve para nada, no llegará nunca a mostrar el rostro de Quien tanto nos ama, hasta el extremo. Por eso, en esta noche, renovar el deseo de crecer en la experiencia de servicio, y de recuperar sus efectos sanadores, para uno mismo y quienes me rodean. Gracias.

1 comentario: