viernes, 3 de septiembre de 2010

LAS RESISTENCIAS AL CAMBIO

Los cambios no nos suelen gustar. Por algún motivo, que no es motivo de esta pequeña reflexión, solemos mostrar una resistencia al cambio. Preferimos dejar las cosas como están, para ver como quedan... y con esta filosofía de vida uno no se ve avanzar...
Resistir al cambio corre el riesgo de hacer crecer estilos, actitudes inflexibles. Creerse en posesión de la verdad, centrarme más en la norma que en las personas, no aceptar las propias carencias y límites... son pequeñas cosas que nos pueden llevar a rechazar la novedad que cada día nos regala, desde una actitud creyente, nos puede dificultar encontrar a Dios en lo cotidiano. Acogamos  lo nuevo. Gracias (Lc5,33-39)

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