Para responder a esta pregunta es necesario matizar,... ¿para quién? ¿dónde? ¿con qué criterios?... en nuestro entorno es fácil detectar ciertos criterios que nos podría hacernos sentir importantes: el éxito, la fama, el poder (con su múltiples caras), la riqueza (sale publicado la famosa lista de los millonarios del mundo)...sin duda para muchos, cualquiera de estos aspectos nos podría convertir en personas importantes... ¿quién no ha sentido el deseo de alguno de ellos? Yo sí. Forma parte de mi pequeña confesión del día.
El evangelio de hoy (Mt18,1-5.10), tiene esa invitación fresca y atrevida. Sugerente y cargada de un sentido que da la vuelta a todos los criterios de vigentes. Se convierte en una auténtica alternativa que ilumina nuestra existencia, el interior de cada persona y nos lanza a nuestro mundo con otro talante... y aunque me cueste... os comparto que lo deseo más fuerza, y eso ¡me alegra!
¿Quieres se importante?, ¡piénsalo bien!, ¿de verdad? ¿quieres?... ¡hazte como un niño!,¡fíjate en ellos! y aprende. Pensando en los niños, descubro algunas pistas sobre la vida, y lo hacen sin saberlo,¡que grande!:
- Reconoce que no lo sabes todo, y que estás dispuesto a aprender.
- Busca la verdad de las cosas, preguntando con sinceridad, no sabiendo tu respuesta.
- Déjate querer, acoge sin prejuicios y no pongas barreas, "¡juega con todos!"
- Pide ayuda, pues reconoces que eres vulnerable.
- Acepta tus fallos, pidiendo perdón, haciendo las paces, olvidando viejas ofensas...
- Toma la iniciativa y participa, no te quedes mirando, ¿puedo jugar?
- Acoge al otro, sin pedir referencias, ...
- .....Seguro que tú podrías añadir más....
¡Ser como niños!, nos recuerda que en la sencillez y en dejarse querer, hay un camino que nos hace más humildes y nos acerca más al hermano, ¡y como no !, a Dios. ¿Queremos ser importantes? Será necesario aceptar la propia debilidad con más naturalidad, y así ponernos al servicio de quienes más nos necesitan. ¿Ser importantes?, ¡ser servidores! Solo así podremos sentir la emoción en el rostro de sorpresa de quien se siente amado incondicionalmente.
¡Mucho me queda por aprender!, pero ellos, mis alumnos no se cansan... ¡tengo suerte! Gracias.
Aupa Natxo, me alegra mucho leer este artículo, sin duda es todo un regalo descubrir en el día a día, como los ñajos te enseñan, te provocan, te hacen reir, te retan, ... yo cada dia en el colegio me sorprendo, sonrio y muchos dias sus respuestas y sus manera de hacer me cuestionan.
ResponderEliminarMuchas gracias por este artículo. Un beso y un abrazo fuerte de tu hermana, Laura