Dios no juega al escondite. El mejor camino de conocer a Dios, para creyentes y no creyentes, es Jesús de Nazaret. Acercarse a Él, a su persona, su palabra, sus gestos,... andar por sus mismos caminos nos ayuda a descubrir el auténtico rostro de Dios. Un rostro compasivo y misericordioso, sensible ante la injusticia y con una clara predilección por los últimos, los sencillos, los pobres, los más tirados y marginados del sistema, de cualquier sistema, ¡ también del religioso!
Por desgracia, a muchos "religiosos profesionales" se nos olvida es profunda realidad, lo que nos hace "dar muchos rodeos" en nuestro caminar diario....
Este rostro de humano de Dios, Jesús, devuelve al hombre esa mirada humanizadora, que aún hoy se necesita. Hoy sigue siendo motivo de esperanza y referencia clave para quienes queremos un mundo mejor, más justo y humano. Para quienes nos acercamos personalmente a Jesús de Nazaret, a través de los evangelios, estimula lo mejor de nosotros mismos y nos hace partícipes de su proyecto,el reino. En esta gran empresa, no hay que tener miedo, ¡Él va delante!Gracias.
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