Si hay alguna experiencia, que nos recuerda que somos vulnerables, esa es la muerte. Nos olvidamos que forma parte de nuestra condición humana, y queremos ocultarla tanto, que no dejamos dar sentido a una experiencia tan clave como ésta.
En un día como hoy, Día de todos los santos, quisiera recordarme y recordaros, que la muerte no tiene la última palabra. Hoy es un día para HACER MEMORIA, para recordar, pasar de nuevo por nuestro corazón, a todos nuestros seres queridos, recordar lo que de ellos pervive en nosotros, su herencia vital, todo lo bueno que nos dejaron en nosotros y en quienes viven con nosotros. Palabras, gestos, estilo, opciones,... la vida es mucho más que presencia física. Y aunque esa falta la sentimos, no debemos olvidar el testamento vital de las personas que queremos.
La hermana muerte, que decía Francisco de Asís, nos recuerda que todos morimos cada día un poco. Cada día nos vamos entregando, gastando y des-viviendo por aquellos que queremos. Y cuando es así, damos la oportunidad de dejar un testamento vital, que quienes nos rodean sabrán recoger, y seguirá formando parte de sus vidas.
¿Y Dios? Nos gustaría ser invencibles, vivir eternamente, ser siempre jóvenes, o por lo menos parecerlo en un deseo irracional de huir hacia delante... pero para los creyentes, se nos abre una puerta que nos ayuda a dar sentido a la muerte. En Jesús de Nazaret, la muerte no tiene la última palabra, no es final del camino. La muerte de un ser querido nos remite a su vida, a su entrega, a lo que luchó, y amó. Y eso es precisamente lo que da sentido a nuestra muerte, toda la vida regalada, sembrada en esfuerzos, trabajos, tiempo, acompañamientos,... capaz de seguir iluminando e ilusionando.
Sabernos limitados, frágiles y sentir la contradicción en nuestras vidas, nos ayuda. Nos puede ayudar a aprovechar el momento, a buscar lo mejor de uno mismo, a dar gracias por lo que tenemos, a aprender de los fracasos, a perdonar al otro, ... porque sabemos que la última palabra es la del Amor. Esa si que perdura.Gracias
Querido Amigo: He visionado los dos vídeos del circo de las mariposas y me han echo llorar, son preciosos y con un inmenso contenido para extraer y sobre todo te das cuenta que lo afortunado que somos y no valoramos.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo.
Pepe
¡Estamos vivos!, que bueno es ver que sentimos y nos afectan las cosas.... esto puede dar más sentido a lo que hacemos cada día. Ánimo y Gracias por compartir
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