domingo, 23 de enero de 2011

NUNCA ES TARDE

Nunca es tarde para desear, con más fuerza si cabe, ser más felices y más humanos. ¿A caso Dios podría querer algo distinto a esto para cada uno de nosotros? 
Nunca es tarde para descubrir esa mirada parcial en favor de lo más débil, que despierta en nosotros la sed de compasión y nos empuja a ese pequeño gesto solidario, tan inesperado como certero.
Nunca es tarde para descubrir que no hay miseria en uno, que no sea abrazada por Aquél que sabemos que nos ama. Y si bien, posiblemente son muchos los que se escandalizarían, tenemos la certeza de uno que me acogería, ¡nunca es tarde!
Nunca es tarde para cambiar  de piso, de coche, de trabajo, ni de prioridades, ellas son las que alientan nuestra humanidad y felicidad.
Nunca es tarde para apuntarse a un proyecto que merezca la alegría de otros, y aporte algo más de sentido. Y compartirlo con todos los que crean que un mundo mejor es viable, independientemente de sus creencias, orientaciones o ideas.
Nunca es tarde para acercarse a Jesús de Nazaret y sorprenderse de una propuesta de vida, que llena de sentido, aportando ese camino de humanidad y felicidad al que todo ser humano aspira.
Nunca es tarde,... el amor no entiende de relojes, ni de límites, ... solo de procesos, de esperas y de acogidas... entre otras cosas.


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