martes, 12 de abril de 2011

LO INCOMPRENSIBLE DE UN AMOR...

En medio de una cultura de la imagen, en la que estamos convencidos que es necesario saberse vender, donde todo, o casi todo, está sometido a la publicidad, y donde el culto al cuerpo esclaviza los corazones atrofiando la capacidad de aceptarse a uno mismo... hablar del amor, de un amor incondicional, que se entrega hasta gastar la vida en favor de otro, es como ciencia ficción. Esto es como reservado a unos pocos, ¡no sé a quienes!Es imposible, eso no da de comer,... 
Terminando la cuaresma, ya estamos en su quinta semana, a punto de entrar en celebración de la Pascua, fiesta central para los cristianos, no puedo menos que invitarme a mis mismo, y compartirlo con vosotros, a hacerme una pregunta: ¿Qué nos dificulta la adhesión a Jesús, a su proyecto, a sus opciones, a su estilo?
No pretendo agotar la pregunta, solo compartir unas claves que me sugiere desde la reflexión del evangelio de hoy. Igual tú tienes otras, ójala las compartas. Por mi parte, tres pistas que puede marcar un camino que permita la adhesión.
1. El desconocimientoPasar del "te conocí de oídas" a "Te llevaré a desierto y te seduciré".Cada vez más, nos encontramos con personas que no conocen a Jesús, su vida, su opciones, su mensaje, su propuesta. Lo que no se conoce no se ama. La Semana Santa, las procesiones, las celebraciones, las visitas, ... puede ser una ocasión, aunque por mera curiosidad de conocer. ¿Quién es este tal Jesús? ¿Tiene algo que aportar a mi vida? 
2. Nuestra autosuficiencia. Es algo que lo llevamos como en el ADN. Nadie tiene que decirme nada respecto a lo que vivo, como vivo o porque vivo como vivo. Yo soy dueño y señor de mi destino... esto es válido cuando todo va sobre ruedas. Este principio hace aguas cuando vienen las crisis, los fracasos, la enfermedad, y experimentamos la propia fragilidad. ¿Quién nos puede dar los que nos falta?
3. El poder. Cuando sentimos el vértigo de vernos sobre el bien y sobre el mal, cuando nos vemos que influimos en la realidad que vivimos, cuando experimentamos la capacidad de manipulación  que tenemos, ... rechazamos todo aquello que pueda develar, o desmontar nuestros tinglados, nuestros privilegios, ...
Aunque nos cueste creerlo, Dios ha elegido otros caminos, se nos ha acercado por lo sencillo, lo pequeño, lo débil y lo más frágil del mundo. ¡Eso es lo auténticamente grande y novedoso! ¿No lo veis? No hay que ser perfectos, no es necesario hacer perfectos a nadie, a la medida de nadie,... solo hay que ser suficientemente sencillos para reconocer que el camino de amor, uno se encuentra mejor consigo mismo, con los demás y con el Otro. Es en nuestra fragilidad donde podemos conocer la grandeza de un amor que hace fuerte lo débil, grande lo pequeño y divino lo humano. Sólo quien tiene la humildad de saberse así, descubre que siempre fui amado primero.
En un mundo como el nuestro, esto es incomprensible. Pero dejémonos sorprender. Lo esencial es invisible a los ojos, nos recordaba el principito, pero no al corazón. Tiempo de Pascua, sea tiempo de dejarnos alcanzar el corazón. Gracias 

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