Ya no hay líderes que congreguen a tantos jóvenes. Con todo, eso no es lo importante. Yo estuve allí, lo vi con mis propios ojos, fui testigo directo, de una alegría desbordante, de ganas de encuentro, de esfuerzos en el entendimiento, de conversaciones sugerentes, de deseos expresados y compartidos por un mundo mejor, de mensajes positivos: "vosotros podéis", "en vosotros confiamos", "el sufrimiento no tiene la última palabra", "no tengáis miedo", "buscad..."
Lo importante, no fue el número, sino la pasión, el potencial de vida, los deseos de compromiso, la paciencia ejercida, la búsqueda compartida....
Habrá quienes se limiten al chiste fácil, a la crítica descarnada, a informar desinformando,... pero no os preocupéis... eso es buena señal, "¡ay si hablan bien de vosotros!", nos recuerda Jesús. A éstos, no les salen las cuentas de las mochilas y otras muchas cosas más... cada uno se fija en lo que le importa. Pero todo no importa igual.
Yo me quedo con una oportunidad de encuentro de jóvenes buscadores, más o menos creyentes, pero buscadores. Encuentros que superaron las barreras de los idiomas, y que nos ha acercado una iglesia más plural de lo que algunos creían, más abierta de lo que otros esperaban, y más joven de lo algunos pocos querrían.
También los habrá, quienes quieran apuntarse los tantos del éxito, como una forma encubierta de revanchismo o de ejercicio de poder. Esto tampoco va con nosotros.
Gracias a quienes lo hicieron posible, ¡los jóvenes!: Ellos han recorrido kilómetros a millares, han soportados las incomodidades de las interminables colas, han sufrido el calor implacable de Madrid, han padecido las presiones de los medios que se creen poseedores de la verdad, ... y con todo, habéis trasmitido la alegría de la fe.¡Ójala!, este encuentro nos impulse a todos, a los creyentes, a los que dudan y a los que buscan, a comprometernos por hacer de nuestro mundo un lugar más habitable para todos, especialmente, para los que no cuentan y no pueden asistir a encuentros como éstos. Gracias ha sido una gozada ser testigo directo. ¡Animo!
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