CRECIENDO EN SENCILLEZ

La sencillez puede ayudar a ver las cosas con otra profundidad. Precisamente porque son personas que no se consideran más importantes que los demás, ni se sienten en la necesidad de defender ningún "status", ni aspiran a ejercer el poder, por sutil que sea, los sencillos son quienes mejor transparentan la bondad de Dios.

Son la personas sencillas quienes manifiestan una mentalidad más abierta a acoger la novedad, y a reconocerla, allí donde se hace presente. Combaten con éxito los prejuicios, las etiquetas y generalizaciones, los dogmas,... porque lo que les importa realmente son las personas.

¿Quiénes son los sencillos?¿Cómo reconocerlos?

1. Aquellos que saben reconocer su propia pobreza y miseria. Saben reconocer sus carencias, y lejos de ocultarlas o disimularlas, las aceptan y buscan formas de luchar para superarlas sin complejos.

2. Son aquellas personas que viven descentradas. No se obsesionan con su imagen, las opiniones ajenas, siendo capaces de reconocer al otro, y detectar sus necesidades. Esto hace posible que se vinculen en proyectos comunes. Saben servir en el anonimato.

3. Estas personas son las que aprenden de sus errores, aceptan las críticas, pero sobretodo, son condescendientes con las debilidades ajenas, evitando la crítica fácil, la burla humillante o el desprecio. Son conscientes que somos de barro.

4. Destacaría, por último, que los sencillos, saben reconocer, valorar y agradecer, los pequeños signos de bondad que les rodean en lo cotidiano. Saben acoger las situaciones según vienen, como providencia, en la que algunos son capaces de reconocer a Dios. Esta actitud vital frente la vida les empuja a ser, ellos mismos, un regalo para quienes tenemos la suerte de compartir vida con ellos.

Demos gracias por quienes estimulan y hacen crecer en nosotros la sencillez. Esto nos hará más plenos, más felices. Buenas noches.