viernes, 21 de octubre de 2011

SOMOS CUERPO Y TEMPLO...

Había un hombre que tenía
una gran doctrina...
Un gran doctrina
que llevaba en el pecho.
Una doctrina escrita
que guardaba
en el bolsillo del chaleco.
La doctrina creció
y tuvo que meterla
en un arca de cedro.
En un arca
como la del Viejo Testamento.
Y el arca creció
y tuvo que llevarla 
a una casa muy grande:
entonces nació el templo.
Y el templo creció
y se comió el arca de cedro,
al hombre
y a la doctrina escrita
que guardaba
en el bolsillo del chaleco.
Luego,
vino otro hombre que dijo:
el que tenga doctrina,
que se la coma
antes que se la coma el templo;
que la vierta, 
que la disuelva en su sangre, 
que la haga carne de su cuerpo...
...Y que su cuerpo sea
bolsillo, arca y templo.
LEÓN FELIPE (Antología rota)

Así somos, cuerpo y templo. Nuestro cuerpo, nuestro hogar, que nos abre al mundo y nos relaciona con él, abanico de mil posibilidades, como es, sin más. Aprendamos a aceptarlo, acogerlo y respetarlo. Nuestro templo, donde podemos descubrirnos habitados, poseídos por ese gran amor, que nos recuerda cada mañana frente al espejo, que somos seres sagrados, profundamente amados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario