miércoles, 5 de octubre de 2011

SOMOS SERES RECIBIDOS...

Somos seres recibidos, porque nos sabemos incompletos. Necesitamos pedir, buscar y llamar. Cuando somos jóvenes lo hacemos sin complejos y con espontaneidad, pero según crecemos, aumentan nuestros prejuicios y el fantasma de la perfección planea por nuestras vidas, dificultando aceptar algo evidente, "el otro" me completa.
¿Acaso no somos hoy también, seres incompletos? La invitación de hoy es a pedir, buscar y llamar, despertando la confianza de quienes caminan con nosotros. Nos reconocemos que somos quienes somos, porque hay muchos seres a nuestro lado que nos quieren y participan muy activamente en nuestra historia, favoreciendo nuestro desarrollo personal.
Dios no es ajeno a nuestra existencia, y a pesar de no ser una verdad que se nos impone, se nos regala en infinidad de personas y situaciones que nos recuerdan que somos seres habitados por su amor. Solo requiere por nuestra parte, aceptar, acoger esa infinidad de pequeños gestos de entrega de tantas personas que nos quieren, y que son extensión cotidiana de la entrega plena de  un Jesús que nos amó hasta el extremo, en la cruz.
Acojamos todo lo recibido  en lo cotidiano, agradezcámoslo  a tantas personas que lo hacen posible en gestos y situaciones que buscan nuestra felicidad.
A pesar de los momentos difíciles, de las situaciones sin brillo, de las heridas del camino, tan difíciles de curar,... seguro que encontramos a alguien a quien dar las gracias por todo lo recibido. 
Yo, por mi parte, me uno a Mercedes Sosa que cantaba eso de "Gracias a la vida que me ha dado tanto"... en quienes caminan conmigo: mis alumnos/as, mis compañeros, mi comunidad, mis seres queridos... vosotros me hacéis hermano, mejor de lo que yo mismo soy capaz, ¡gracias!

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