¿CÓMO AMAR SIN ARRIESGAR?

Es cuestión de actitud frente a la vida. Hay quienes se lanzan y quienes se esconden, quienes colaboran y quienes obstaculizan, quienes expresan y quienes callan, quienes dan y quienes guardan, ... en el acto de amar, de darse, entregarse a los demás, la actitud es clave.

Una buena noticia es que en esta aventura de la vida, no partimos de cero. Los creyentes nos sabemos seres habitados por un amor primero,  gratuito e incondicional de Dios, que nos ayuda a ir reconociendo todos esos dones, talentos que poseemos. Nadie carece de ellos. 

¿Cómo amar sin arriesgar?... ocultar, esconder todo lo bueno que hay en cada uno, nuestras cualidades, habilidades y actitudes, no aporta luz a tu entorno, más bien oscurecen tu propia existencia y la de quienes te rodean. En la gratuidad desbordante de Jesús, capaz de superar toda miseria humana, descubrimos esa invitación a vencer nuestros miedos. Es él quien alienta y nos invita a vivir nuestra existencia  como un acto solidario, con infinidad de gestos cotidianos de entrega, que ponen en juego todos nuestros talentos. De nuevo, hacemos realidad el dicho que quien más da, más recibe. Dejando en evidencia a quienes en sus vidas aspiran a acumular, reservarse, o guardarse ... como si eso pudiera aportar felicidad y sentido a la vida. 

Todo acto de amor conlleva riesgo, coraje, entrega, perder algo de uno mismo, ... y así, experimentar ese componente de gratuidad que tiene todo acto de amor. El evangelio de hoy domingo nos invita a ejercer esa responsabilidad activa que nos permita sacar lo mejor de cada uno para ponerlo al servicio de su proyecto, el reino. Al servicio de quienes están más amenazados, más abandonados, más olvidados... y recordarles, con nuestra presencia, con nuestro compromiso inequívoco, que son amados. 

Podemos mirar a otro lado, escondernos bajo tierra, poner cien mil excusas, justificaciones, análisis de mercado... ¿en qué mejora así nuestro mundo? Pero todos sabemos que solo los que aportan de sí mismos lo mejor, son capaces de hacer de su entorno, un mundo mejor. ¡No te escondas!, no estamos solos, somos muchos más. Gracias y feliz semana.