... Por el rugido de quienes se rigen en la vida solo por sus intereses, como si fuera una religión. Ni hacen, ni dejan a hacer. Con la única pretensión de que sus intereses no sean amenazados o desvelados. Estas personas no suelen estar abiertas a cambios o propuestas que les supongan salir de sí mismas, y en bastantes ocasiones, tienen un cierto complejo "copernicano", creyéndose el centro del universo.
¡No te espantes!, ten paciencia..., suelen ser exigentes consigo mismas y duras con los demás. Siempre llueve demasiado o hace un calor insoportable, no hay quien les cocine (es recomendable no invitarles, ¡es dinero perdido!), y viven anidados en la queja permanente, es una auténtica lástima. Su única tabla de salvación, abrirse a lo gratuito, a la alegría de darse, ...
¡No te espantes!, por favor, sé fuerte y resiste sus envistes. Tú, sin embargo, no renuncies a intentarlo y a levantarte después de la caída, aprende de tus errores, y sé de los que aportan, de los que ofrecen, no de los que obstaculizan, sino de los que construyen. Aceptando con sencillez quienes somos,
limitados, pero capaces
frágiles, pero aceptados,
pecadores, pero amados,
humanos, pero algo de divinos...
Solo así, acogeremos la fiesta y la alegría que se nos regala, casi sin esperarla, en los detalles imperfectos de nuestros compañeros de camino, presencia secreta de un Dios que se hace todo debilidad. Gracias.
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