domingo, 19 de febrero de 2012

HACERNOS CARGO...

¿De qué?... de las penas del otro, de sus heridas, de sus miserias, de todo aquello que no le deja ser el mismo... Coger todo ese peso muerto  y aguantarlo, sostenerlo, sanarlo,... ¿Y porqué? Porque nosotros sabemos que somos queridos incondicionalmente. Porque en Jesús descubrimos una forma distinta de mirar al ser humano, más plena, más completa, sin distinciones ni privilegios, sin prejuicios ni condiciones... De ahí la pasión con quienes sienten su vida rota, incompleta, insatisfecha o herida... de ahí, también, ese deseo de que descubran, en cada uno de nosotros, esa palabra o gesto oportuno, que desvele el rostro de Jesús. Este deseo profundo se transforma en tarea, en una responsabilidad de hacernos cargo de lo más tocado de lo humano... ¿Cómo? 
Con la experiencia de que otros, hacen lo mismo por nosotros en tantos momentos de la vida...
Con la paciencia de quien reconoce que todos necesitamos nuestro tiempo...
Con la certeza de un Amor incondicional, que se nos regala y solo hay que aprender a  acogerlo...
Con la prudencia de quien sabe que los juicios solo separan, distancias y rompen las relaciones,...
Con la cercanía ofrecida, y que todos intuimos como ungüento que nos ayuda a asumir nuestra propia realidad...
Con la misericordia, que alimenta la confianza en un Dios que nos enseña a empezar de cero...
Con atrevimiento, porque sabemos de Quien nos hemos fiado...
Con creatividad, que nos hace buscar lo imposible, subirnos a tejados, visitar a quien no lo espera, o... 
Hacernos cargo del otro, todo un ejercicio de com-pasión, que nos acerca a lo más sagrado del hombre y a lo más humano de Dios, Jesús de Nazaret, de quien nos reconocemos seguidores, ¡valiente afirmación!... Seamos humildes y valientes, ¡ardua es la tarea!, que no nos falten las fuerzas y la creatividad, hay quienes tuvieron que desmontar tejados... en esta empresa nunca estamos solos...(Mc 2, 1) Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario