miércoles, 1 de agosto de 2012

DI SÍ...

Hay "síes" cotidianos,
que se dicen casi sin pensar
y que en ocasiones se tornan en "noes"
¡de ligeros que eran!

Hay "síes" pensados y concienzudos,
donde se han estudiado todos los pros y contras.
Son racionales, y nunca ponen en riesgo el físico,
son seguros, muy bien medidos.

Hay "síes", pero que son "noes", ¡vamos!, 
cuando no lo tenemos claro, no nos cogen la vida,
y acabamos saliéndonos por la tangente,
intentando que no se note mucho, ¡eso sí!

Hay "síes" que nos tocan el corazón.
Y la pasión nos arrastra, dando brincos,
a pronunciar un sí decidido,
que apenas intuimos donde nos lleva,
pero sentimos que nos despliega como una cometa.
Parece que nos comemos el mundo.

Pero hay un "sí" difícil de pronunciar,
que nos pide más de lo que creemos tener,
más de lo queremos dar.
Es un "sí", para el que no existe calculadora, 
ni entra en razón alguna.
Es un "sí" que no entiende de límites,
y que una vez pronunciado, saboreamos 
la amargura de la entrega,
y la hondura del amor

Es un "sí" que no se puede encorsetar,
ni en horarios,
ni en personas, 
ni en lugares,
ni mucho menos en tareas...

Es un "sí" que se te hace ir donde no quieres,
que te hace amar a quien más lo necesita,
y que te anima a arriesgar, a pesar de tus miedos.

Es un "sí" discreto, nada estridente,
que nos hace aquilatar las palabras,
ceñirnos la toalla y abrazar lo humano.

Es el "sí" de Jesús de Nazaret,
a ti y a mí, solo nos queda aprender, andar por sus caminos.
Intentarlo una y otra vez, sin descanso.
Y un día, como si de un regalo se tratase,
nos descubriremos dando un "sí" a su estilo.

Mientras tanto, amigo, no te desanimes,
no te rindas y ve tras Él, "a tiro de piedra", y desea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario