.jpg)
Es posible, no digo que sea fácil, simplemente que ya hay quienes se han atrevido a dar ese paso al frente y creerse que unas relaciones distintas son posibles. Una invitación a descubrir la fuerza de los pequeños, de los que aparentemente no cuentan. Una fuerza inesperada capaz de generar cambios importantes y sostenida por las "armas secretas" de la disponibilidad, la humildad, la sencillez y la bondad de quienes han aprendido a verse a sí mismos y al mundo con otra hondura, la del amor.
Es la fuerza de los que saben mirar desde abajo, no desde el poder y la prepotencia, ganando una libertad frente las cosas y los privilegios, que les convierten en personas auténticamente libres. No les importan los rumores, las presiones ni las influencias. Solo apuestan por la persona, por cada ser humano que pueda sentirse amenazado. Son estas personas las que ha conectado de lleno con ese estilo de Jesús de Nazaret, que puso en el centro de su existencia a los pequeños, a los perdidos y a los ninguneados. (Esta parte se nos olvida con facilidad)
Son las personas que se atreven a este cambio de mentalidad, las que son capaces de proponer un estilo de relaciones nuevas, de suscitar cambios cotidianos que hacen las cosas nuevas, generan oportunidades a quienes las necesitan, y crean espacios de acogida a quienes necesitan echar raíces.
Son precisamente estas personas las que en el encuentro con el otro, distinto, herido, pequeño, ... descubren la presencia del Otro, de ese Dios que se solidariza y está presente en lo más herido de lo humano.
Son precisamente estas personas las que nos dan a conocer esa mirada misericordiosa de Dios a todo lo humano, y nos marcan esos caminos de encuentro con ese Dios hecho "tododebilidad", carne, frágil y humano, un tal Jesús de Nazaret, ¿os suena? Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario