O quien sin mojarse, solo busca con que comparar.
Hay quien al mirar, solo etiqueta o empaqueta,
como queriendo simplificar la realidad...
Hay miradas
esquivas y comprometidas,
heridas y sanadoras,
conformistas e inquietas,
superficiales y que salen de corazón.
Hay miradas...
Miradas, todas , que nos muestran
como nos acercamos al mundo
y como nos dejamos tocar por él.
Pudiendo ser como la levadura en la masa,
o como el aceite en el agua.
Pero yo quisiera mirar,
acogiendo la realidad,
agradeciendo la verdad,
la de cada uno, la mía y la tuya
Esa verdad entregada, gastada
y compartida
Quisiera mirar,
abrazando la bondad,
que por escondida que esté,
no dejará de florecer.
Basta dejarla crecer,
o quizá dejarse cuidar, no sé.
Quizá baste confiar,
dejarse mirar
lanzarse a caminar,
y atreverse a brillar.
Quisiera mirar
abrazando la debilidad,
la mía y la tuya,
buscando aceptar,
tejiendo amistad,
perdonando de verdad.
Pues no hay mejor manera
de hacer fraternidad,
que ser conscientes de la propia fragilidad.
que alegran,
que humanizan,
que dignifican.
Miradas que nos recuerdan
que amar siempre es posible.
Feliz comienzo de semana. Gracias
gracias, bonita entrada, sea Él el que transforme nuestra mirada... y de forma permanente no sólo ilusionada.
ResponderEliminarun
No cabe duda que es cosa suya, gracias a cada uno de los que compartimos este fin de semana de Proyecto Encuentro. Un abrazo
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