Visitados por un amor que
nos da la vida,
nos devuelve la confianza,
nos conforta en la dificultad,
nos acoge en los cansancios.
Visitados por un amor...
Que nos enseña a dar sin esperar,
a manos llenas.
Que nos pone en camino,
a pesar de las dificultades.
Que nos espera,
desmontando nuestros viejos miedos y seguridades.
Un amor...
Que nos quiere vacíos
de éxitos y fracasos,
de afán de tener y aparentar.
Visitados por un amor de madre.
Sencillo, que sabe de fragilidad y dolor.
Entregado, imperfecto, pero cotidiano,
derramado en mil gestos.
Humilde, como quien sabe que no ha hechos más,
que lo que tenía que hacer, amor de madre.
¿Acaso alguien puede hablar mejor de Dios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario