lunes, 10 de junio de 2013

¡DICHOSAS CONTRADICCIONES!

La vida está cargada de ellas... Tengo claro unos objetivos a conseguir, y sin comerlo  ni beberlo hago la contraria ... No sé muy bien porqué, en ocasiones me descubro como un manojo de dudas, incertidumbres o inseguridades... 
¿Acaso eso es malo? Sinceramente creo que no, nuestras contradicciones nos ayudan a descubrirnos vivos, frágiles, cambiantes, vulnerables,... Y todo eso forma parte de nuestro ser humano, y dependiendo de como nos enfrentemos a estas contradicciones podemos hacer de ellas toda una experiencia de aprendizaje. 
El relato de las Bienventurazas de hoy (Mt 5,1-12) nos abre a este mundo de las contradicciones visto desde la perspectiva de Dios, abriéndonos la puerta a un mundo de nuevas experiencias, que nos recuerdan que otro mundo  más humano es posible. Me gustaría subrayar tres contradicciones que nos puede ampliar nuestra mirada a cada uno de nosotros y al mundo:
1ª Contradicción: Los que sufren serán felices. (¡Eres un flipao!, me podrías decir...) En un mundo donde el sufrimiento ya es tabú, "maquillado" por los medios, y nº1 en la lista de las cosas menos deseadas... Es necesario recordarnos que hay una cadena anónima de hombres y mujeres capaces de hacer camino con ellos, de aliviar y acompañar a tantos  olvidados y ninguneados de nuestro planeta monopolizado "por los útiles y perfectos". Esta cadena humana es capaz de ofrecer motivos de esperanza y alegría a quienes se ven enredados entre por el sufrimiento.
2ª Contradicción: Los trasparentes  triunfarán... Demostrando que podemos salir de las dinámicas del engaño, la apariencia, el disimulo o de las dinámicas tan variadas de ocultamiento, todas ellas versiones que hacen daño a uno mismo a quienes nos rodean... Es un alivio pensar, que también uno puede mostrarse tal y cual es, con sus defectos y cualidades, con sus heridas de guerra y sus actos heroicos cotidianos. Es un alivio saber que no es necesario aparentar, sino ofrecerse tal y como somos, incluso con nuestras tan temidas contradicciones... y ofrecernos de corazón, con verdad, experimentando que en la sencillez se oculta ese misterio que nos dignifica y nos hace más grade de lo que uno pensaba. Son precisamente éstas personas las que aprenden a dejarse querer como son, y esto, es un motivo profundo de alegría. Estas personas, son como "la San Miguel", por donde pasan triunfan, todos estamos a gusto con ellas... ¿Conoces a gente así? 
3ª Contradicción: ¡No lleves las cuentas!, empieza de cero... Parece que lo que se lleva es pedir las cuentas a todos, el pago de intereses, el intercambio, ¡todo tiene un precio!, y toda inversión un coste que nos cobramos en los intereses, ¡hay que ganar como sea!... Pero la experiencia del perdón, de la misericordia nos abre la puerta a otro mundo bien distinto, nos posibilita experimentar la gratuidad. Ese espacio, que está en otra dimensión. Es como subir de nivel de pantalla y enfrentarnos a nuevos retos, como aprender a empezar de cero, a olvidar, a reconstruir relaciones, a poner "tiritas", a prestar el hombro, devolver miradas ...  Pues en el fondo uno sabe que es de barro, tan frágil y necesitado como su semejante... ¿Porqué no ofrecer lo que yo tantas veces necesito?  Una gran alegría poder ofrecer mi perdón a quien tanto daño me hace... aunque solo sea por las heridas que yo he provocado.
Tres pistas que comparto con vosotros que pueden humanizar más nuestras relaciones y mejorar nuestro entorno. Gracias, termino compartiendo este vídeo de mi amigo Luis Guitarra (un abrazo desde aquí para él)

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