sábado, 30 de noviembre de 2013

MÁS ALLÁ DE LA OSCURIDAD, ¡LA LUZ!

Tenemos momentos en la vida donde andamos dando tumbos de acá para allá, confundidos, despistados, sin saber muy bien por donde nos da el aire, sin saber muy bien qué hacer, o si hay algo que hacer... En esos momentos podemos caer en la trampa de pensar que no hay salida, lo cual nos aporta esa dosis de agobio e impotencia totalmente innecesaria, que nos ofusca todavía más, metiéndonos en una espiral interminable... ¡No vemos nada claro! y nos sentimos perdidos.
¿Podemos hacer algo? Pues sí, no estamos condenados a nuestros fracasos ni a nuestros errores. Atendiendo la llamada del evangelio de hoy, "Tened cuidado no se os embote la mente" (Lc 21,34), podemos descubrir que el ser humano es capaz de establecer una estrategia que nos haga salir de nuestros bloqueos. Ahí va mi propuesta:
1. Necesitamos tiempo y espacio para reflexionar, para pensar en uno mismo, en quienes comparten con nosotros camino... En esos momentos hemos de aprender a parar. Buscar ese lugar que nos permita conectar con nuestro interior, con todo lo bueno que llevamos dentro. Ese tiempo que nos ayude a recuperar las conexiones, las personas que nos quieren, las experiencias que nos aportan, y ser capaces de ver más allá de nuestros errores y fracasos.
2. Déjate acompañar. En esos momentos críticos no necesitamos consejos, ni sermones, ... necesitamos que nos escuchen, que nos hagan ver más allá de la niebla espesa, y sentir ese apoyo que nos haga capaces de redoblar esfuerzos y estimular la creatividad. Por eso necesitamos quien nos acompañe, no tenemos porque hacerlo solos... 
3. Sonríe, aunque en ocasiones sea forzado, ¡no importa!, sonríe por favor. Porque mejora el pronóstico de éxito en las soluciones, porque mejora nuestras defensas de nuestro cuerpo (demostrado por neurocirujanos de renombre), porque nos ayuda a pensar en positivo,... Ríe por favor todo lo que puedas, solo y acompañado, una comedia, un escena de Tricicle, un chiste agudo, ... No encontraremos mejor antídoto que una buena carcajada...
4.Cuida tus relaciones personales. Teje lazos sinceros y honestos. Comunícate de forma asertiva, compartiendo tus sentimientos, que no es otra cosa que expresar como te afectan las cosas... Pide perdón y perdona, no hay mayor acto de liberación, pues no hay nadie perfecto, y además, de los errores aprendemos... (truco:¡solo quienes los aceptan!) Esto nos hace más humanos y comprender más lo humano.
No es fácil mantenerse en pie en medio de la dificultad... Pero es posible, se puede. Y cuanto más se entrena, más capaces. Así pues, ánimo a quienes se puedan sentir perdidos, pues si estamos despiertos y atentos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, llegaremos al final del túnel. Gracias.

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