Son palabras que necesitamos recordar, y poder decirnos en nuestro interior que somos importantes para alguien, que contamos y somos necesarios. Aquí lo esencial no son los conocimientos, ni los títulos. Tampoco el dinero o el poder, ni siquiera las influencias. Lo único importante es tu persona, sencilla, tal y como eres. Con toda tu historia, grande o pequeña, con todas tus heridas, fracasos, ¡y como no tus éxitos!
Lo único que cuenta es la persona, cada uno tal y como somos con nuestros aciertos y errores, que nos recuerdan que no somos perfectos. Y aún así, podemos escuchar en nuestro interior más profundo, "Tú me importas, te amo". Ese Dios que nos habita y nos susurra con ternura, "te quiero tal y como eres".
Afinemos el oído, abramos bien los ojos y descubramos a esas personas, que nos recuerdan que contamos para otros. Pero sobretodo, pronunciemos nosotros mismos esas palabras, "tú me importas", de forma sencilla y honesta. Devolvamos con estas palabras esa dignidad perdida a quienes se sienten solos y olvidados. Ofrezcamos esos gestos oportunos que le descubran que tienen hermanos y amigos... Y así algún día se sentirán hijos de ese Buen Padre Dios que nunca deja de cuidarnos, ¡nunca estamos solos!, Tú me importas. ¡Feliz semana a todos! Gracias.
Afinemos el oído, abramos bien los ojos y descubramos a esas personas, que nos recuerdan que contamos para otros. Pero sobretodo, pronunciemos nosotros mismos esas palabras, "tú me importas", de forma sencilla y honesta. Devolvamos con estas palabras esa dignidad perdida a quienes se sienten solos y olvidados. Ofrezcamos esos gestos oportunos que le descubran que tienen hermanos y amigos... Y así algún día se sentirán hijos de ese Buen Padre Dios que nunca deja de cuidarnos, ¡nunca estamos solos!, Tú me importas. ¡Feliz semana a todos! Gracias.
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