¡LEVÁNTATE YA!

No te dejes alcanzar por el miedo,

que anula y bloquea.

¡Espántalo!, con la confianza 

de quien sabe que siempre 

se puede empezar de nuevo.

¡Levántate ya!

No te dejes arrasar por el fracaso,

implacable y desolador.

Pues ya sabes que de los errores aprendes,

y la misericordia regalada,

es sembradora de esperanza.

¡Levántate ya!

No te dejes envenenar por la indiferencia,

que nos empobrece y aísla.

Ponte en marcha, busca respuestas, da la cara,

y así descubrirás, que tienes más hermanos.

¡Por favor, levántate ya!

Y no te dejes vencer por el individualismo atroz,

que humilla y solo mira por su interés.

Levanta tu mirada y aporta lo mejor de ti,

y así contribuirás, al bien común.

¡Levántate ya!

Pues no encontrarás mejor forma

de sentirte vivo,

de entrelazar la vida,

de dar vida.

Gracias.