miércoles, 5 de marzo de 2014

JUEGO DE MÁSCARAS

Frente a la necesidad profunda de se uno mismo, y de poner en valor todo lo bueno que llevamos dentro, nos seducen en la vida con ese juego de máscaras, que nos impulsa a esconder lo que llevamos dentro, a aparentar lo que no somos,  y asumir otros roles, ¡qué bien poco  tienen que ver con quien somos realmente! En ocasiones, nos podemos encontrar con la gran contradicción, de que seamos grandes desconocidos para nosotros mimos.
Como si de un gran juego se tratase  maquillamos la vida, queriendo ocultar lo que ya todos saben, pero a mi me cuesta aceptar. Habrá quienes piensen o aspiren, ¡inútilmente!, a mantenerse en este juego toda la vida, sin caer en la cuenta lo agotador de esta fatal empresa.
Una cosa es cierta, vivir del ocultamiento y de la apariencia no dejan espacio a la verdad de cada uno, con su idas y venidas, con sus heridas y cicatrices. Esa verdad que nos abre a la libertad de ser uno mismo, sin imponernos perfecciones inalcanzables.
Hoy miércoles de Ceniza, tenemos una invitación a nacer de nuevo, a renovar nuestro compromiso por unas relaciones nuevas, más justas, más humanas, más de Dios. Iniciamos un camino que nos abre la oportunidad de vernos bajo la mirada amorosa de un Dios, que nunca se cansa de esperar. Un tiempo de crear espacios y establecer relaciones que desvelen esa bondad que llevamos dentro. ¡Feliz Cuaresma!

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