martes, 4 de marzo de 2014

¡TODO AL REVÉS!

Nos guste o no, Jesús de Nazaret pone todo "patas arriba". Da la vuelta a todo un sistema pensado solo para el beneficio propio a toda costa y el mantenimiento del poder. Son muchos, casi constantes yo diría, los mensajes que recibimos, donde se nos anima a pensar en nosotros mismos como el centro del universo, quienes mejor podemos "saber" lo que necesitamos para cuidarnos, (aunque siempre podemos contar con alguna "ayudita " de nuestra "tan querida" publicidad") imagen, estudios, masters, nivel reconocido de idioma,... ¡Vamos un futuro próspero!, que nos augure ese éxito ansiado... ¿Seguro? ¿De qué nos sirve "el advance", o un máster en la mejor universidad cuando la vida nos pone patas arriba?¿Es posible otros referentes en la vida?¿Podemos abrirnos a nuevos horizontes?
Hoy Jesús nos ofrece un visión distinta. Una mirada, que sin duda dará un vuelco a nuestro mundo, con el solo fin de vivir con plenitud y sentido nuestra vida, con todas sus grietas y sombras. ¡No me cabe duda que el referente es mucho mejor!
  • De ir solo por la vida, "yo me lo quiso , yo me lo como", "lucha por lo tuyo, o nadie lo hará por ti!",... a descubrirnos en relación, el don del otro, como oportunidad de experimentar nuestra vida entrelazada, la antesala de la vivencia de la fraternidad. Una ocasión de sentirnos corresponsables y partícipes del Bien Común.
  • De la búsqueda del éxito y poder, a descubrir en el servicio la mejor dinámica humanizadora. Esa fuerza secreta que te hace descubrir en tu tiempo regalado, en tus espacios y bienes compartidos, esa oportunidad de cambio y mejora de aquello que nos empequeñece.
  • Del reconocerme mis méritos y envolverme en el "celofan del prestigio", al reconocimiento del otro, de los olvidados, los pequeños, como mi prójimo y hermano. 

Sin duda en esa visión, 
      los últimos serán primeros, 
      los ridicularizados y humillados ensalzados,
      los pateados y machacados levantados
      los olvidados y ninguneados, llamados por su nombre...

Hoy  Jesús nos abre, de nuevo, esa puerta estrecha, que sin duda muestra ese sendero de quienes deseamos ser sus amigos. No te importe que todo nos dé un vuelco, y quede patas arriba. Cuando descubras mil rostros nuevos, agradecidos, y hermanos, sabrás que estamos llamados a más, a mucho más que alimentar nuestro ego. Gracias.

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