miércoles, 24 de septiembre de 2014

¡CON POCO BASTA!

Me diréis que depende para que... Y posiblemente no os falte razón. Pero de primeras no es muy comercial nuestro título. Preferimos que sobre, que nademos en la abundancia. Se lleva más eso de acumular, sin caer en la cuenta que todo eso es peso, lastre, y sé de que hablo, pues acabo de mudarme. 
Pero una verdad sencilla, que en ocasiones se nos escapa y no la prestamos atención, es que con poco nos basta para hacer el bien. No necesitamos grandes cosas, ni eventos, ni montajes para crear lazos que humanicen, para hacer gestos que alivien, para ayudar a curar heridas, que otros no se ven con ánimos ni fuerzas para cerrar.
En esto de hacer el bien, hemos de ir ligeros de equipaje. Esto nos puede ayudar a ponernos en marcha con más facilidad, a sumarnos a iniciativas, a ofrecer, sin miedos ni cortapisas, nuestra cercanía, nuestra presencia y nuestra capacidad de amar.
Con poco nos basta, pues eso de acumular puede ser estorbo para salir de nosotros mismos y dar lo mejor de cada uno. No hay nada que demostrar, no se trata de protagonizar, en esto de hacer el bien, lo único que importa es el otro, de ahí que necesitemos bien poco.
Así, en marcha, con poca cosa, nos sumamos a esa marea humanizadora de Jesús de Nazaret a la que se sumaron tantos hombres y mujeres antes que nosotros, que lograron salvar distancias, romper fronteras, alegrar la vida a quienes, aún hoy, no ven un horizonte claro.
Ligeros de equipaje, con poco nos basta para hacer el bien entre quienes nos rodean. Así pues, ¡ánimo! y a la tarea. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario