lunes, 23 de abril de 2012

NO HAY VIDA SIN PERDÓN...

Lo sé, me lo creo aunque no sea fácil..., aunque dude... Pero es cierto, no hay vida sin perdonar. De no hacerlo, nos afincamos en el resentimiento y en la penumbra del desamor. ¿Acaso eso nos ha hecho alguna vez felices?... Mi experiencia me dice que no.
Aunque creas que tienes razón, perdona, pues en la vida no todo es tener razón.
Aunque te duelan las heridas, perdona, pues siempre te encuentras inesperadamente con un samaritano, cuyas palabras son ungüento y sanadoras (aunque vengan desde Colombia,¡gracias Miguel!).
Aunque te sientas manipulado, perdona, por otras tantas que lo hayas hecho tú...
El perdón es ese gesto, al que todos aspiramos,que nos impulsa a empezar de cero y nos abre la puerta cada día a nacer de nuevo, a reintentar una y otra vez... 
"...vosotros siempre empezáis de cero...." me dijo un alumno sorprendido en una ocasión durant una entrevista. No recuerdo mejor piropo de un alumno en mi trayectoria educadora... hoy para mi, se convierte en llamada, tarea, difícil camino del que uno nunca deja de aprender... quiero guardar silencio interior para acogerla con la misma generosidad, con la que Tú acoges mis miserias cada día...
No hay vida sin perdón... y si esto no lo asumimos, corremos el riesgo a que la rabia, la indignación, el distanciamiento, las diferencias, y que se yo más... apaguen esa chispa vital de lo gratuito, que nos impulsa siempre a ver lo bueno de cada uno, y salvar siempre a cada persona.
Tiempo de Pascua, tiempo de vida, tiempo de levantarse, de darse oportunidades, de ser generosos con todo lo recibido... No me resisto a compartir con todos vosotros este vídeo que ya os puse en otra entrada... pero quiero compartirlo de nuevo (¡disculpad!) y ¡Feliz Pascua a todos/as!



6 comentarios:

  1. Precioso, Natxo, gracias por compartir tanta finura, tanta delicadeza y, sobretodo, por hacer de tu vida delicadeza, entrega, hogar. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. gracias, para ser sincero necesito recordarmelo con más intensidad. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Gracias Natxo,
    Por recordarmelo, por hacerlo visible en tus gestos, por reconocer tu dificultad, por hacer el intento día a día de vivir en clave de misericordia. Un beso cariñoso, María.

    ResponderEliminar
  4. Lejos estoy... aunque más la necesite... solo me queda dejar que sea Él quien moldee mi corazón... me quedo con la oración del pie del blog... ¡a ver si aprendo!!, somos de dura cerviz..., menos mal que su paciencia es infinita... Gracias por tu palabras de aliento...

    ResponderEliminar
  5. Siempre he pensado que en la vida hay dos grandes cuerdas a las que uno se puede agarrar... el amor o el odio.

    Si uno se agarra al odio, vive con mucha intensidad, tiene poderosos motivos para vivir, pero a cambio se destruye personal y humanamente.

    En cambio, si uno se agarra al amor, las razones son igual de fuertes, pero no le destruyen a uno, sino que le hacen más fuerte, más humano, más persona.

    En esta esfera del amor está el perdón, acompañanando siempre, abrazando siempre, amando incondicionalmente, resolviendo entuertos, espantando el odio.

    El perdón es la "tirita" para sanar el odio, el rencor, la ira... el lado oscuro ;-)

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Nestor, que la cuerda del perdón nos sirva para cuidar los lazos.... que no siempre somos capaces de mantener. Un abrazo

    ResponderEliminar